El magnesio es un mineral que se encuentra de forma natural en los cereales integrales, las verduras verdes, las legumbres y los frutos secos.
El tejido óseo contiene alrededor del 60% del magnesio presente en el organismo. Además de aumentar la masa ósea, el magnesio ayuda a regular el calcio presente en huesos y dientes. Por ejemplo, el magnesio es necesario para que el calcio se fije al esmalte dental. El magnesio también puede estar asociado con la capacidad de aumentar la actividad de la vitamina D, en particular para ayudar a la absorción del calcio.
Por tanto, el magnesio desempeña un papel clave en el mantenimiento de la masa ósea. La influencia del magnesio en el metabolismo del calcio y su regulación pueden ser importantes para prevenir los depósitos anormales de calcio en los tejidos blandos, como los riñones, evitando la aparición de cálculos.
Esta reducción de la deposición de calcio en tejidos distintos del hueso también puede prevenir la calcificación de venas y arterias, factor determinante en el desarrollo de la aterosclerosis. Al igual que el calcio, el magnesio es esencial para el correcto funcionamiento muscular, esencialmente en la fase de relajación muscular. Mejora la actividad muscular reduciendo los espasmos que pueden producirse al relajar los músculos.
También desempeña un papel decisivo como coenzima en innumerables reacciones, sobre todo en la producción de energía; su deficiencia se asocia a estados de fatiga, sobre todo en el Síndrome de Fatiga Crónica.
La disponibilidad de magnesio es crítica en el metabolismo de los hidratos de carbono, ya que es un mineral necesario para la producción de insulina.
La carencia de magnesio suele estar presente en afecciones como la arritmia y la hipertensión arterial.
Este mineral reduce la resistencia vascular, ayuda a bajar la tensión arterial y mejora la función cardiaca.
Los investigadores han relacionado la carencia de magnesio con la tensión premenstrual, ya que la administración de suplementos de magnesio redujo síntomas como el aumento del hambre y del peso, la irritación y el bajo estado de ánimo.
El magnesio trabaja junto con el calcio para garantizar una buena transmisión nerviosa, en parte influyendo en los neurotransmisores.
Se ha demostrado que la suplementación con magnesio mejora el dolor relacionado con las migrañas, las cefaleas tensionales y la fibromialgia. Concretamente en las cefaleas, la acción del magnesio parece estar relacionada con su papel en la función muscular vascular, la relajación nerviosa y el correcto funcionamiento de la válvula mitral.
Presentación: Frasco de 60 comprimidos
Posología y forma de administración: Como complemento alimenticio para adultos, toma 2 comprimidos al día, preferiblemente con una comida, o según prescripción de tu médico o profesional sanitario. No superes la dosis diaria recomendada.
Ingredientes y composición:
Por 2 comprimidos:
Magnesio (como citrato) – 400mg (107% D.R.*) Agente de carga: celulosa microcristalina, fosfato dicálcico Carboximetilcelulosa Antiaglomerantes: dióxido de silicio, estearato de magnesio vegetal Agente de recubrimiento: hidroxipropilmetilcelulosa Colorante: dióxido de titanio Glicerina vegetal *D.R. – Cantidad Diaria Recomendada
CDR – Cantidad Diaria Recomendada Sin azúcar, sal, almidón, levadura, trigo, soja, gluten ni productos lácteos. Formulado sin conservantes ni aromas artificiales. Apto para veganos.
Advertencias: Si estás embarazada, en período de lactancia, tomas alguna especialidad farmacéutica o padeces alguna enfermedad, consulta primero a tu médico antes de tomar este suplemento.
