La rodiola es una planta perteneciente al grupo de las plantas adaptógenas, que aumenta la resistencia humana a distintos tipos de estrés (mental, físico, ambiental). Ayuda a optimizar los niveles de serotonina y dopamina.
Está indicado para situaciones de fatiga física y mental, falta de concentración, astenia, migraña, síntomas depresivos e irritabilidad.
Como aumenta los niveles de serotonina en el cerebro, tomarla es beneficioso para la depresión y las migrañas. Sin embargo, el papel beneficioso de la rodiola en la depresión se debe a varios factores. Sus compuestos activos (rosavina y salidrosida) mejoran el transporte de los precursores de la serotonina (triptófano y 5-HTP) al cerebro y también reducen la degradación de los neurotransmisores asociados a la mejora del estado de ánimo. En cuanto a la serotonina (un neurotransmisor que, entre otras funciones en el organismo, está asociado a los síntomas de ansiedad y depresión), los estudios han demostrado un aumento del 30% de sus niveles en el cerebro tras tomar Rhodiola. Se ha demostrado que la Rhodiola potencia la memoria y la capacidad de aprendizaje, y ya se han observado mejoras en estos aspectos tras tomarla durante 10 días. Asimismo, parece aumentar los niveles de dopamina (neurotransmisor) en el cerebro, lo que puede tener efectos positivos en la esquizofrenia y la enfermedad de Parkinson. Por tanto, este complemento alimenticio se recomienda para la fatiga física y mental, la falta de concentración, la astenia, las migrañas, los síntomas depresivos y la irritabilidad.
Presentación:
Administración:
Toma un comprimido al día, con una comida.
Composición:
Por comprimido:
Rhodiola Rosea (con 250 mg de extracto 4:1) – (1000 mg),
Suministro de Rosavinas – (8mg).
Ingredientes:
Agentes de carga: fosfato dicálcico, carbonato cálcico y celulosa Agentes de recubrimiento: hidroxipropilmetilcelulosa, glicerina y colorante (dióxido de titanio) Antiaglomerantes: ácido esteárico, dióxido de silicio, estearato de magnesio.
No contiene: Gluten, soja, huevos, leche y productos lácteos, frutos de cáscara, sulfitos, apio, pescado, marisco, levadura ni OMG (Organismos Modificados Genéticamente).