La vitamina D3, o colecalciferol, es la forma de vitamina D con mayor biodisponibilidad. Normalmente se extrae del pescado, y los aceites de bacalao y sardina, la mantequilla y la yema de huevo son buenas fuentes de vitamina D.
La toma de conciencia de que necesitamos protegernos de las quemaduras solares y de los efectos de los rayos ultravioleta sobre nuestra piel ha llevado a un mayor uso de cremas solares, sombreros y ropa para protegernos del sol, lo que a su vez ha reducido la producción de vitamina D de la piel. La deficiencia de esta vitamina se ha hecho más frecuente en las personas mayores, porque suelen estar menos expuestas a la luz solar. La deficiencia de esta vitamina se ha hecho más frecuente en general, sobre todo entre las personas mayores, que suelen estar menos expuestas a la luz solar.
La vitamina D es única entre los nutrientes esenciales porque es una vitamina que tiene la capacidad de transformarse en hormona. [25-OH-D3] [1,25-(OH)2-D3] Una vez ingerida, y ya en el hígado, la vitamina D se convierte en un metabolito llamado 25-hidroxicolecalciferol , que a su vez se transforma en su forma activa en los riñones, el 1,25 dihidroxicolecalciferol . Es en esta forma activa donde la vitamina D actúa como una hormona, 10 veces más potente que su precursora, y al igual que otras hormonas, actúa como un mensajero químico responsable de regular determinadas funciones del organismo.
La vitamina D se asocia tradicionalmente con el equilibrio del calcio y la salud ósea. Dado que se produce en los riñones, la forma activa de la vitamina D actúa en distintos procesos: moviliza el calcio y el fósforo hacia el tejido óseo, es vital para la absorción del calcio y el fósforo ingeridos a través de los alimentos y la reabsorción del calcio en los riñones, actúa sobre las glándulas tiroides y paratiroides, además de desempeñar un papel en la función nerviosa e inmunitaria. Varios estudios recientes han destacado la importancia de esta vitamina, no sólo por el papel que desempeña en el tejido óseo, sino también en términos de salud mental e inmunidad. La ingesta de vitamina D se asocia a un menor riesgo de cáncer, prevención de resfriados y gripe, menor riesgo de depresión y mejor agudeza mental en los ancianos. Se ha demostrado que modula la proliferación y diferenciación celular en el páncreas, el colon y el tejido mamario. La ingesta media diaria de vitamina D es de unas 160 UI/4mg, recomendándose 200 UI/5mg para mantener la salud ósea y 400-1000 UI/10-255mg para una buena salud general. La vitamina D3 600IU de Solgar, obtenida de la lanolina de la lana de oveja, proporciona la forma mejor y más absorbible de vitamina D, sin vitamina A añadida. Es mejor que la vitamina D2. Es mejor que la vitamina D2, pero no es apta para veganos.
Presentación: Frasco con 100 cápsulas
Posología y administración:
Como complemento alimenticio para adultos, toma 1 cápsula vegetal al día, preferiblemente con una comida, o según prescripción de tu médico o profesional sanitario.
Composición:
Por cápsula: Agente de carga: celulosa microcristalina Cubierta de cápsula vegetal (hidroxipropilmetilcelulosa) Vitamina D3 (2200 UI, como colecalciferol) – 55µg (1100% D.R.*) Antiaglomerantes: estearato de magnesio vegetal
*R.D.D. – Cantidad Diaria Recomendada
Sin azúcar, sal, almidón, levadura, trigo, soja, gluten ni productos lácteos. Formulado sin conservantes, colorantes ni aromas artificiales.
Ingredientes:
Vitamina D3 (2200 UI, como colecalciferol);
Advertencias: Si estás embarazada, en período de lactancia, tomas alguna especialidad farmacéutica o padeces alguna enfermedad, consulta a tu médico o profesional sanitario antes de tomar este suplemento; Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustitutos de una dieta variada y un estilo de vida saludable; Mantener fuera del alcance de los niños.